Los modelos de gas natural son más ecológicos y rentables que los diésel, y pueden acceder a las ciudades en alertas por contaminación, como los híbridos clásicos

La tendencia es clara y, según los analistas, se acelerará en los próximos años. Las ventas de modelos diésel bajan (han caído del 57% al 49% del total en lo que va de 2017), mientras suben las de híbridos (casi un 90% en el mismo periodo), porque reducen el gasto de combustible y las emisiones y permiten acceder a los centros urbanos aunque se limite el tráfico por contaminación. Pero hay una alternativa nueva y casi desconocida que presenta ventajas a considerar: el gas natural, el combustible que se utiliza desde hace tiempo en muchas viviendas para la calefacción y la cocina. Grosso modo, los vehículos de gas natural comprimido o GNC son más ecológicos que los de combustibles tradicionales, y salen también más económicos, una doble ventaja que les sitúa como una opción recomendable.

 

En la actualidad hay varios modelos con las tres mecánicas -gasolina, diésel y GNC- que permiten compararlas. Y los resultados sorprenden, porque el gas natural se impone con claridad, aunque beneficiado, eso sí, por los descuentos que ofrecen varios fabricantes y las ayudas gubernamentales del Plan Movea 2017.

Para hacer los cálculos se han tomado como base los consumos y emisiones oficiales de los fabricantes, y el coste medio actual de los carburantes en España: 1,20 euros el litro de gasolina, 1,10 el de gasóleo y 0,9 euros el kilo de gas natural.

CÓMO FUNCIONAN

Igual que los modelos convencionales, pero con dos depósitos

Los vehículos de gas natural funcionan y se conducen igual que los de gasolina y gasóleo. Y su mecánica también es idéntica a los primeros. De hecho, no cambia nada, solo añaden un segundo depósito (tanque) y un sistema de inyección adicional para poder funcionar tanto con gasolina como con gas natural comprimido.